España perdió ante Portugal en la final de la Liga de Naciones. |
Esa noche en París, Carlos Alcaraz contuvo la respiración del país. En la legendaria pista Philippe Chatrier, en la final de Roland Garros 2025, el joven de 22 años de El Palmar derrotó a Jannik Sinner tras cinco horas y media de competición de primer nivel: un partido inolvidable, una victoria que despertó el orgullo nacional. Cuando sonó el himno nacional mientras Alcaraz entraba en el decisivo super tie-break, España se despertó de la emoción.
Ese ambiente acompañó a la selección hasta Múnich. Los ecos de la victoria de Alcaraz crearon una sensación de impulsividad: una firme convicción de que, tras ganar la Eurocopa y la Liga de Naciones, España era imbatible. Y así fue como llegaron al partido.
A los pocos minutos, Martín Zubimendi apareció como segundo delantero para abrir el marcador, tras la asistencia improvisada de Mikel Oyarzabal. El Allianz Arena estalló. Pero esa emoción —demasiado, demasiado pronto— fue un arma de doble filo.
España había derrotado a Francia por 5-4, pero contra Portugal, dejó en evidencia una grave debilidad en la banda derecha. Óscar Mingueza no pudo controlar la velocidad y la explosividad de Nuno Mendes, quien pronto convirtió la final en su propio escenario. El regate y el zurdazo del defensa del PSG dejaron atónita a toda la defensa de La Roja. El marcador estaba merecidamente igualado.
España no se desplomó. Recuperó la ventaja tras una combinación simple pero efectiva: Pedri pasó, Oyarzabal remató con precisión. Pero el problema era que "La Roja" ya no controlaba el partido. El balón ya no circulaba con la fluidez habitual, y la iniciativa fue cayendo poco a poco en manos del rival.
La derrota ante Portugal puso de manifiesto muchos de los problemas de España. |
A sus 40 años, Cristiano Ronaldo aún sabe cómo hacerse inmortal. En una jugada aparentemente inofensiva, CR7 se escapó sigilosamente al segundo palo, superó a Marc Cucurella y remató con suavidad el balón a la red de Unai Simón. Un golazo típico de un gran delantero.
Fue el gol número 938 de su carrera y el 138 con su selección. Ningún defensa del mundo se atreve a subestimar a Ronaldo, a pesar de que se acerca a los cuarenta. El exjugador del Real Madrid se retirará cuando quiera. Solo cuando el fútbol ya no sea para él, no al revés.
El partido se fue a la prórroga. Luis de la Fuente dio entrada a Isco, esperando un momento de genialidad. Y, efectivamente, la estrella del Real Betis tuvo el disparo más peligroso de la prórroga: el balón se marchó rozando el poste. Pero la suerte no acompañó a La Roja. Llegaron a la fatídica tanda de penaltis y perdieron.
Sin embargo, este partido también dejó una advertencia: Lamine Yamal, quien una vez brilló en Europa, fue completamente bloqueado. No hubo ninguna definición destacable, ni un solo regate extraordinario.
Lamine fue sustituido discretamente en la prórroga. Se esperaba que el joven de 17 años marcara la diferencia, pero en cambio se convirtió en un testimonio de la excesiva dependencia de España de un joven genio.
¿Decepcionante? Claro. Pero recuerda: las mejores generaciones del fútbol mundial han tropezado. España aún cuenta con una plantilla joven, talentosa y experimentada. La derrota en Múnich no es el final; es una parada temporal para que el equipo reflexione y esté listo para seguir adelante.
Que este fracaso sea un catalizador. Acudan al Mundial 2026 no solo con ambición, sino con madurez, con un espíritu templado por el fracaso. Porque para este grupo, el sueño sigue vigente.
Fuente: https://znews.vn/cai-tat-lam-thuc-tinh-tay-ban-nha-post1559401.html
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